martes, 27 de octubre de 2009

SÉ POR QUÉ DIOS NO OS CONTESTA, ESTÁ MERENDANDO CONMIGO


La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás.

¿Qué sabrá este Alfred Adler, acaso me conoce?




EL QUE LEE MI BLOG ES UN GILIPOLLAS, LO DIGO YO.